Wednesday, November 09, 2005

Struwwelpeter

Navegando por internet, me encontré con esta página, que me retrotrajo directo a la infancia. Es una versión en inglés de un libro alemán acerca de las cosas que le pasan a los niños que se portan mal. Este libro estaba en toda su gloria alemana original en la casa de Irene, mi amiga, libro que seguramente cruzó el Atlántico con sus abuelos para traerse consigo sus preceptos de crianza de niños.


El libro este sería el espanto de cualquier psicologo infantil del día de hoy, pero se ve que en el siglo XIX los padres eran más despiadados con sus polluelos. El libro consta de varias historias en las que en cada una de ellas es protagonista un niño con algún "vicio" o "malcomportamiento" distinto, y al final de cada una de ellas, el castigo que recibe.

Acá va el primero "Frederick el malo", que era cruel con los animales:


Por molestar al perro, este lo termina mordiendo y el niño se enferma, por lo que después el perro le come su comida, mientras él tiene que tomar los remedios horribles que le da el médico.


Si, este es bastante aceptable, promueve la no violencia hacia los animales (de una forma muy particular, si), pero esperen a ver el siguiente "La terrible historia de Pauline y los fósforos":


Parece que a Pauline le gustaba mucho encender los fósforos de la cocina de su casa, por juego... quién no lo hizo alguna vez... Ella tenía dos gatitos (Minz und Maunz... me da ganas de aporrear copas de cerveza!) que le advirtieron que no jugara con los fósforos... pero ustedes vieron como son los niños malos... encendió uno, encendió otro... y al final:




Nótese que los zapatitos de la traviesa Pauline sobrevivieron... ahhhhh, der deustche zapaten!


Y este es el peor... "La historia del pequeño chupapulgares"... Parece que en Alemania, había un señor de largas piernas rojas que se dedicaba a cortarle los pulgares a los chicos que se los chupaban, eh aquí la evidencia:




En realidad este libro lo mirábamos de morbosos que eramos de chicos nomás... sin embargo, antes de chuparnos el dedo... mirábamos para los costados...

4 Comments:

Anonymous Anonymous said...

buenisimo el dato, che, un amigo de la infancia tambien tenia ese libro y era alucinante ver esas ilustraciones e historias crudas contadas para chicos.
q buen recuerdo!

8:51 AM  
Anonymous Anonymous said...

Impresionante, con razón los alemanes tienen pocos hijos

5:52 AM  
Blogger Fede said...

si perro, no quieras saber lo que le hacen a las parejas que tienen sexo fuera de los días prefijados para ello... por eso es que son alcohólicos ;-)

5:56 AM  
Anonymous Anonymous said...

StruwwelPeter es lo mejor, tengo el libro y esta de pelos,

8:12 AM  

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