En el supermercado - Primera entrega

Me gusta ir al supermercado... será que es ese lugar donde se cumplen los deseos consumistas más primigenios: los que sirven para llenar la panza. Por eso será que nada más llegar, tomo un carrito y arranco directo para la sección de vegetales. En la sección refrigerada busco mis brotes de soja... siempre cuidando que sean de los más nuevitos, aunque tenga que escarbar hasta el fondo de la góndola... les desarmo toda la loguística "first in, first out", pero no quiero que los brotes fermenten en mi heladera! Después está la sección a temperatura ambiente, y acá ya empiezan las tretas de los supermercadistas. Toda esta zona está iluminada con luz de sodio, de color amarillento, casi como si fuera luz solar, a diferencia del resto del super, que tiene una iluminación más fría. Esto hace que mágicamente, esa coliflor medio amarillenta se vea espectacular, o que los zapallitos parezcan hermosos y refulgentes, y que las zanahorias parezcan pintadas al óleo... pero yo ya los conozco, es todo ilusión, como la góndola de los productos de limpieza. Ahí te prometen que tu ropa va a quedar más que blanca, blanquísima, y si es de color, va a quedar como el primer día (seguro que estos no venden ropa...) y con el más delicioso perfume. Pero si uno mira un poco más allá, se puede ver que no venden jabón en polvo y suavizante para ropa, lo que intentan que tu compres es amor, ternura, paz y relajación, todo cristalizado en una botella de suavizante. Les dejo la descripción de una de las fragancias de Vívere hecha por su propio fabricante:

Lirio y Bambú. Una sensación revitalizante

De la acción renovadora del bambú y la relajante fragancia del lirio nace un perfume exquisito, con el equilibrio perfecto entre vitalidad y suavidad para lograr una agradable persistencia en tu ropa.

Juasss, y yo que pensaba que era para que la ropa no quedara áspera y sin olor a lavarropas!

Claro, desde la crisis del 2002 pululan por todas partes los productos genéricos, y la góndola de productos de limpieza no es la excepción. Así tenemos el suavizante de ropa "Leader Price", sin promoción en TV, sin marketing, y con solo dos fragancias... pero 30% más barato... Ahí es que uno tiene que hacer la elección, ¿necesito que mi ropa tenga un equilibrio perfecto entre vitalidad y suavidad, o solo quiero que huela bien? Y entonces descubro que soy un cordero del rebaño consumista, venga Vívere para el carrito...